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domingo, 29 de diciembre de 2019

¿Qué es y cómo funciona el SONAR?



La capacidad para comunicarse bajo el agua y localizar objetos sumergidos ha resultado de vital importancia con el desarrollo de los modernos submarinos y las minas. La radio y el radar no pueden ser usados a causa de la rápida atenuación de la energía electromagnética en el agua. Como consecuencia, un grupo de equipamientos para realizar estas funciones ha sido desarrollado utilizando sonido, que se propaga bien en el agua. La palabra SONAR, derivada de la frase SOund NAvigation y Ranging, es usada para designar a este grupo de equipamientos.

Fig.1 – Submarino navegando en superficie.
El principio de funcionamiento del SONAR
Podemos definir al SONAR como la tecnología que utiliza las ondas de sonido  para navegar, comunicarse y detectar objetos ubicados sobre o debajo de la superficie del agua.
Hay dos tipos de sonar: el sonar activo y el sonar pasivo.
El sonar Activo: el transmisor envía un pulso eléctrico hacia el transductor, que emite una señal consistente en un pulso de sonido dentro del agua (ping) y si un objeto se encuentra ubicado en su camino, el pulso incide en él y es reflejado, retornando un eco al transductor que transforma el pulso de sonido del eco en una señal eléctrica que es enviada al receptor.
El transductor a su vez mide la intensidad de la señal recibida,  determinando  la direción en que se encuentra el objeto. (Fig.2)
Toda la información transmitida y recibida es enviada al display, que la mostrará en su pantalla.
Como la velocidad del sonido es conocida, midiendo el tiempo entre la emisión del pulso de sonido y el retorno del eco se determina la distancia a que se encuentra el objeto:

v = 2 d t    (1)

Donde:
v = velocidad del sonido en el agua
d = distancia desde el transductor al objeto
= tiempo transcurrido entre la emisión del pulso de sonido y el retorno del eco

Despejando:

d = v / 2 t    (2)

Algunos equipos de sonar emiten sonidos que pueden ser oídos por el oído humano. Otras señales de sonar son de frecuencias tan altas, que el oído humano no las puede percibir. Estas señales son ondas ultrasónicas.

Fig.2 – Diagrama en bloque de un SONAR
El sonar pasivo: no emite ninguna señal, solo escucha los ruidos producidos por otros buques o animales marinos tales como ballenas. Esto les permite a naves militares, como los submarinos, permanecer en silencio para evitar ser detectadas.
Aplicaciones del SONAR
El sonar tiene muchos usos. Los submarinos usan sonar para detectar y determinar la ubicación de  otros barcos y estos para detectar y determinar la ubicación de los submarinos. La sonda también se utiliza para medir la profundidad del agua, mediante un dispositivo llamado Fathometer. (Un fathom equivale a 6 pies, o aproximadamente 1,8 metros). El Fathometer mide el tiempo que tarda un pulso de sonido en llegar al fondo del mar y regresar al barco. Los botes de pesca usan Fathometers para localizar bancos de peces. 
Los oceanógrafos usan el sonar para mapear los contornos del fondo del océano. Las señales de sonido también pueden enviarse al barro o la arena en el fondo del océano y reflejarse en una capa de roca por debajo. Un eco luego regresa, dando la distancia a la capa de roca. 
El mismo principio se utiliza en la búsqueda de petróleo en tierra. Se envía un pulso de sonar al  
suelo. Los ecos regresan de las diferentes capas de suelo y roca y les dicen a los geólogos qué tipos de suelos y rocas están presentes. Esto les ayuda a identificar las áreas de perforación que tienen más probabilidades de contener petróleo o gas. Este mapeo subterráneo se llama exploración sísmica. 
Un tipo especial de sonar utilizado en medicina se llama ecógrafo y el resultado del estudio con él realizado se llama  ecografía. Las ondas sonoras de alta frecuencia producen ecos diferentes cuando se reflejan en diferentes órganos del cuerpo. Los médicos pueden usar estos ecos para detectar enfermedades y controlar el crecimiento de un feto. 
Las ondas sonoras de frecuencia extremadamente alta se utilizan en medicina e industria para limpiar muchos tipos de materiales al sacudir pequeñas partículas sueltas de suciedad u otra materia.  Este procedimiento se suele llamar limpieza ultrasónica.


Propagación del Sonido en el mar

Describiremos algunos de los principios de la propagación del sonido en el mar y de los transductores, los dispositivos que transforman la energía eléctrica en energía de sonido y viceversa.

Velocidad del sonido en el mar
La velocidad del sonido en un líquido, está dada por la siguiente ecuación:
          ______
v =  M / δ       (3)
donde:
v = velocidad del sonido
M = módulo de elasticidad
δ = densidad
La temperatura, la salinidad y la presión, todas afectan las propiedades físicas del agua de mar. El módulo de elasticidad M se incrementa con el incremento de la salinidad y con el incremento de presión con la profundidad, mientras que la densidad δ disminuye con el aumento de la temperatura. Los efectos de estos factores sobre la velocidad de propagación del sonido en el mar, están dados por la siguiente ecuación empírica:
v = 4342 + 10,07 T – 0,0375 T² + 3,61 S + 0,018 d      (4)
donde:
v = velocidad del sonido en pies por segundo
T = temperatura en ºF (grados Fahrenheit)
S = salinidad en partes por mil
d = profundidad en pies

A una profundidad cercana a la superficie del mar, en regiones fuera de los trópicos, se puede estimar una temperatura promedio de 60ºF (15,55ºC) y una salinidad promedio de  32 partes por mil. Para estos valores, la ecuación (4) da una velocidad de propagación de 4.930 pies/seg (1.502,66 m /seg = 5.409,58 Km/h).
Con fines de comparación, la velocidad del sonido en la atmósfera terrestre es de 343,2 m/s (1235,52 km/h a 20 °C de temperatura, con 50 % de humedad y a nivel del mar).
La velocidad de propagación del sonido depende de las características del medio en el que se realiza dicha propagación y no de las características de la onda o de la fuerza que la genera.
Magnetostricción y transductores a cristal
La energía de las ondas de sonido es energía mecánica. La energía de las señales generadas o recibidad por los circuitos electrónicos de los equipos de sonar es energía eléctrica. Es necesario transformar un tipo de energía a otro. El transductor es el dispositivo que realiza esta transformación y actúa como enlace de conexión entre los circuitos electrónicos de los equipos de sonar y el agua.
Dos fenómenos son utilizados actualmente para transformar la energía eléctrica a mecánica y la energía mecánica en eléctrica. Ellos son la magnetostricción (el efecto magnetostrictivo) y la electrostricción (el efecto piezoeléctrico).
Transductores a magnetostricción
Cierta cantidad de materiales presentan un cambio de sus dimensiones cuando son expuestos a un campo magnético. Este cambio de dimensiones se produce en la dirección del campo magnético y puede tener lugar tanto un alargamiento como un acortamiento, dependiendo del material y de la intensidad del campo aplicado. El níquel presenta este efecto magnetostrictivo  en un alto grado y es el material más utilizado en los transductores a magnetostricción. El níquel se contrae en un campo magnético, siendo su cambio de longitud muy próximo a la proporcionalidad con respecto a la intensidad del campo, dentro de un considerable rango de intensidad magnética.
En la nota específica sobre Magnetostricción, tratamos sobre la forna de utilización de los transductores de níquel, para aprovechar el efecto magnetostrictivo cuando se someten a una corriente eléctrica para producir vibraciones sonoras, así como el efecto magnetostrictivo inverso para producir una corriente eléctrica a partir de las vibraciones. También se explicaron las razones de la necesidad de incluir una corriente continua o un campo magnético de polarización.

Fig.3 – Tubo de níquel como núcleo de una bobina
alimentada con corriente altena y uma tensión contínua
de polarización.
Supongamos que la frecuencia de la tensión alterna aplicada a los terminales de la bobina de la Fig.3, en serie con el apropiado valor de tensión de polarización, es tal que para la velocidad del sonido en el níquel una media longitud de onda es igual a la longitud del tubo de níquel. El tubo será ajustado dentro de la vibración resonante y un modelo de onda estacionaria es ajustado con un nodo en el centro y puntos de máxima amplitud de vibración en los extremos, como muestra la Fig.4(a). Si un extremo del tubo es cortado y reemplazado con un segmento de una placa de acero del apropiado espesor y masa, la nueva configuración todavía será resonante y el modelo de onda estacionaria será como se muestra en la Fig. 4 (b), con la amplitud de vibración de la placa algo menor que aquella del extremo libre del tubo.


Fig.4 – Tubo de níquel en resonancia mecánica con longitud  de ½ onda de la vibración.
Si los segmentos de las placas de acero sobre una determinada cantidad de tales tubos de níquel son unidos para formar una placa única, o diafragma, se tiene como resultado el elemento activo de un transductor magnetostrictivo. Tal conjunto es construído soldando los tubos de níquel a una placa de acero y devanando las bobinas de modo que encajen  sobre los tubos. Las dimensiones de los tubos y de la placa son cuidadosamente controladas para que constituyan una estructura mecánicamente resonante a la frecuencia deseada.
Este conjunto es montado en un alojamiento a prueba de agua, como se muestra en la Fig.5, con la provisión de un cable eléctrico para hacer las conexiones eléctricas a las bobinas y con la cara de la placa de acero en contacto con el agua cuando es sumergido.

Fig.5 – Corte de un transductor magnetostrictivo
Cuando las tensiones en fase de la frecuencia resonante son aplicadas a las bobinas, la placa vibra igual que un pistón y transmite un haz de sonido. Si la frecuencia de las tensiones se varía desde la frecuencia de resonancia, la amplitud de vibración del diafragma y la eficiencia del transductor caen.
Las ondas de sonido incidiendo sobre la cara del transductor producirán vibraciones en los tubos de níquel y producirán una tensión eléctrica inducida en las bobinas. El valor de la tensión inducida será mayor si la frecuencia del sonido incidente es igual a la frecuencia de resonancia del transductor.
Transductores a cristal
Muchos cristales tienen propiedades piezoeléctricas, o sea que cambian su dimensión cuando están sometidos a un campo eléctrico, e inversamente exhiben una diferencia de potencial entre dos de sus caras cuando están sujetos a una presión mecánica. La magnitud de este efecto varía para los cristales de diferentes materiales y para los diferentes ejes de un mismo cristal. Debido a su fuerte efecto piezoeléctrico, los cristales de sal de Rochelle (tartrato de sodio y potasio) y ADP (dihidrogenofosfato de amonio) fueron usados en los transductores a cristal durante la segunda guerra mundial y hasta principios de la década de 1960. En Argentina nos tocó reparar equipos con estos cristales hasta la década de 1980, en los buques que nuestro país compró a EEUU, que habían participado en la segunda guerra mundial.  La magnitud del efecto piezoeléctrico de la sal de Rochelle es mucho mayor que la del ADP. La sal de Rochelle fue usada en transductores pasivos  y para aplicaciones de baja potencia. Ella pierde su forma cristalina a una temperatura de 125ºC y los cristales se desintegran por el calor generado internamente si altas potencias son transmitidas durante largos lapsos de tiempo. El ADP era usado en transductores a cristal de mayor potencia.
Los cristales para los transductores a cristal eran cortados con una orientación tal que ellos vibraran longitudinalmente cuando un campo eléctrico de alterna era aplicado.
Además eran cortados con un largo igual a ¼ de longitud de onda para la frecuencia de operación deseada y un extremo de cada cristal era cementado a una placa posterior gruesa de acero  de ¼ de longitud de onda de espesor. El conjunto formado por los cristales cementados a la placa de acero es mecánicamente resonante en la frecuencia de operación, con un nodo en la cara de la placa a la cual los cristales son cementados y máxima amplitud de vibración en el extremo libre de los cristales.
Como tanto la sal de Rochelle y el ADP son solubles en agua, era necesario mantener los cristales sin hacer contacto con el agua de mar. Esto se lograba encerrando al conjunto de los cristales en una envoltura sellada, llenada con un líquido orgánico cuidadosamente deshidratado. El aceite de ricino (castor oil) fue normalmente usado a causa de que la velocidad del sonido en él es muy parecida a la velocidad en el agua de mar.
Los extremos de los cristales transmiten sus vibraciones directamente al aceite de ricino y estas pasan a través de un fino diafragma que constituye la cara del conjunto transductor hacia el mar.
La Fig.6 muestra una sección transversal de un transductor a cristal en forma esquemática.

  Fig.6 – Sección transversal esquemática de un transductor a cristal
Los transductores a cristal se usaron tambien para escuchar. Cuando el sonido impacta en la cara del transductor, los cristales vibran. Esta vibración produce tensiones eléctricas que aparecen en las caras del cristal. Como en los transductores magnetostrictivos, la señal eléctrica producida es mayor si la frecuencia del sonido incidente es lamisma que la frecuencia de resonancia del transductor.
Hidrófonos
Los transductores diseñados solo para “escuchar” son llamados hidrófonos. Los hidrófonos pueden ser magnetostrictivos o a cristal y funcionan con los mismos principios descriptos anteriormente. Como ellos no manejan altas potencia, su construcción puede ser más simple. Los hidrófonos programados para escuchar en un amplio rango de frecuencias, son normalmente diseñados con una frecuencia de resonancia bien fuera del rango de frecuencias de interés, para evitar indeseable efectos de fuertes señales recibidas.
Mejoras de los materiales de los transductores
Después de la Segunda Guerra Mundial, el desarrollo de las piezocerámicas de titanato de bario y titanato de circonato de plomo impulsó importantes mejoras en el rendimiento del sonar. A diferencia de los materiales anteriores, estas cerámicas piezoeléctricas podrían conformarse fácilmente en una variedad de formas, ya que se procesan a partir de polvos comprimidos y sinterizados. La disponibilidad de placas, discos y anillos permitió la construcción de diseños mejorados de transductores. Combinado con los materiales mejorados, esto proporcionó una gran mejora en el rendimiento. Específicamente, la eficiencia de los transductores aumentó a casi el 50%.
Pérdidas de propagación en el agua en función de la distancia para distintas frecuencias
Fig.7 – Atenuación de las ondas de sonido en el agua, en función de la distancia para diferentes frecuencias 
(1 Kilo yarda = 0.9144 Km)
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