Siguiendo el estilo de este
Blog, haremos un análisis técnico del
aumento de tarifas, tanto de gas como de electricidad, considerando la
estructura del sistema tarifario argentino y sus defectos y consecuencias.
La estructura de los cuadros
tarifarios argentinos
La
estructura de los cuadros tarifarios tanto para gas, como para electricidad, se
basa en el concepto del negavatio, propuesto
por el estadounidense Amory Lovins. Este
concepto es un método para premiar a
quien consume la menor cantidad de energía posible, ya que la energía es un
bien escaso en el planeta y que los recursos para costear ese premio sean
provistos por quien consume más energía que la que necesita.
De
esta manera, el negavatio se define como el
vatio que no se consume y como tal, debe tener un valor, que se paga como
premio a quien no lo consume y lo provee quien lo consumió sin necesitarlo.
Siguiendo
esta idea, en Argentina se compara lo que el usuario de gas consumió en igual
período del año anterior, con el período actual. Quien reduce su consumo en un
15%, entra en un cuadro tarifario
con un precio del m3 de gas que tiene un valor sensiblemente menor que quien no
lo redujo. Adicionalmente, se encuadra
al usuario en una categoría tarifaria
determinada, en base al consumo anual móvil, que va cambiando período a período
de medición con cada factura, afectando también el precio del m3 y costos y
cargos fijos a pagar.
Con
la estructura tarifaria de electricidad, el concepto es el mismo, aunque mucho
más complicado, al menos en Córdoba, por la enorme cantidad de reglas
diferenciadoras de los niveles de consumo considerados en el cuadro tarifario.
Todo
este mecanismo considera al usuario provisto de una herramienta para lograr el
objetivo de acumular cada vez más negavatios
hora en su haber, y con ello obtener un menor monto a pagar en su factura
de energía: la eficiencia energética.
El
esquema descripto parece, al menos ideal y teóricamente, cerrar a la
perfección, dado que premios y castigos son auto - mantenidos en forma cerrada
por los usuarios entre sí, y en términos electrónicos auto- oscilando y con el
tiempo atenuado en su conjunto, a medida que más usuarios vayan bajando su
consumo.
Los problemas del mecanismo tarifario
mencionado
1º) Problema: Supongamos que un usuario
de gas reduce su consumo en un período dado de 2016, más del 15% que en igual
período de 2015, obteniendo el descuento correspondiente. Si el usuario no ha
puesto en práctica ninguna técnica de eficiencia energética, podrá lograr para
igual período de 2017, por segunda vez, una reducción de consumo igual o mayor
del 15% respecto a 2016, mediante la eficiencia energética que ponga en
práctica. Si bien las técnicas de eficiencia energética tienen varios niveles
de aplicación, desde las de costo nulo hasta las que implican grandes
inversiones, en la práctica la mayoría de los usuarios no dispondrá del dinero
suficiente para realizar grandes inversiones y lo más probable es que lleguen a
un nivel de consumo en que ya no puedan reducirlo más.
2º) Problema: Los cuadros tarifarios, debido a las reglas de premios y castigos,
basadas en los consumos totales de cada período y de los anteriores complican
de tal manera las cosas, que un usuario normal tiene muy pocas probabilidades
de saber cuanto le irá a costar el m3 de gas, o el kilovatio hora de energía
eléctrica, en el momento en que los está consumiendo, cuando le llegue la
factura al fin del período. Y si como esto fuera poco, adicionando un recorte
del 400%, las posibilidades de un usuario de poder imaginar cuanto va a pagar
son realmente nulas.
Para
decirlo de una manera más práctica, si Ud va a comprar tomates y están muy
caros, no los compra y los reemplaza por otra hortaliza que esté a buen precio,
pero cuando consume la energía lo debe hacer sin saber cuanto le cuesta.
3º) Problema: La imposibilidad de saber
de antemano cuanto Ud pagará el m3 de gas y el kilovatio hora de electricidad
representa un obstáculo, en el momento de comprar algunos artefactos para el
hogar. Por ejemplo, supongamos que Ud tiene un calefactor a gas de tiro
balanceado y debe reemplazarlo por obsolecencia. Las posibilidades son otro
calefactor o una bomba de calor. ¿Cómo hace para saber cual le convendrá más?
Debería considerar el precio inicial de ambos artefactos, el costo de
instalación y comparar el costo en $ de ambos equipos entregando al ambiente la
misma energía calórica. Si Ud contara con esos tres costos de antemano, sería
muy facil elegir. Pero con los cuadros tarifarios actuales es muy dificil que
pueda acertar en la elección.
Los aumentos tarifarios recientes
La
tarifa del gas se compone del precio en el punto de ingreso del sistema de
Transporte, más el precio del transporte por los gasoductos troncales, más el
precio de la distribución. Los tres componentes son fijados por el Ministerio de Energía y Minería (MINEM) de la Nación y los cuadros
tarifarios para los usuarios del gas de cada empresa distribuidora, son el
resultado de los tres precios mencionados anteriorrmente. Para Distribuidora de
Gas del Centro está actualmente en vigencia el siguiente: http://egresadoselectronicaunc.blogspot.com.ar/2016/05/enargas-modifica-cuadro-tarifario.html
.
El
ENARGAS (Ente Nacional de Regulación del
Gas) es el encargado de hacer cumplir los cuadros tarifarios establecidos
por el MINEM.
En
el caso de la electricidad, los precios de la energía eléctrica [KWh] se
componen del precio de generación, más el precio del transporte, más el VAD
(Valor Agregado de Distribución). Los dos primeros componentes son fijados por
el Ministerio de Energía y Minería de la Nación
(Minem) y en el caso de Córdoba el VAD es propuesto por EPEC y aprobado por el
ERSEP (Ente Regulador de los Servicios Públicos) de la Provincia de Córdoba.
Los
antecedentes próximos de incrementos de tarifas para el gas, fueron los
aumentos de la tarifa a partir del 1º de abril de 2014 y a partir del 1º de
mayo de 2015. Luego vino el aumento que anunció el ministro Aranguren y que ha
sido furiosamente rechazado por el 99%
de los usuarios.
Para
la electricidad, en cambio, en Córdoba EPEC realizó dos aumentos del VAD, del
15% cada uno, a partir del 1º de noviembre de 2015 y otro similar a partir del
1º de febrero de 2016, este último coincidente con el aumento de la energía de
generación realizada para todo el país por el gobierno nacional. Actualmente se
encuentra vigente en Córdoba el cuadro tarifario aprobado por el ERSEP, que
incluye los tres aumentos acumulados: http://boletinoficial.cba.gov.ar/wp-content/4p96humuzp/2016/02/ANEXO_ERSEP_F.pdf
El
aumento de las tarifas eléctricas, si bien son rechazados por la mayoría de los
usuarios, todavía el rechazo no se ha manifestado en forma furiosa, debido a
que el consumo de electricidad en invierno es menor que en verano.
¿Por qué el aumento del gas no fue
aceptado por los usuarios y provocaron la indignación general?
1º) Causa: Porque el aumento es
excesivo. Aumentar la tarifa del gas natural hasta 400% a los usuarios
residenciales y 500% a las PYME, respecto al valor que habrían tenido con la
tarifa anterior al aumento, de un insumo de primera necesidad, es imposible de
absorber para cualquier economía.
En
cualquier sistema que se encuentre en equilibrio, cuando es afectado por una
perturbación, aunque sea pequeña, se rompe el equilibrio. Si la perturbación es
pequeña, el sistema tiene altas probabilidades de recuperarse por si mismo,
estableciéndose un nuevo equilibro.
En
el caso de la economía de Argentina, no solo se introdujo una perturbación
demasiado grande, como para que sea absorbida, sino que esa perturbación vino
acompañada por otras similares, como el aumento disparatado de la energía
eléctrica y los combustibles, en un ambiente de inflación galopante, no
existiendo de esa manera ninguna posibilidad de alcanzar un nuevo equilibrio.
2º) Causa: La gran mayoría de los
usuarios, lo único que interpreta de la factura de gas es el precio final. No
sabe leer en ella el consumo del bimestre, ni el período de medición, ni las
fechas de las lecturas, ni entiende porqué le corrigen el volumen consumido en
función de las kilocalorías/m3 del gas consumido, etc. Para colmo, ECOGAS en
las facturas confunde kilocalorías
con calorías: una vergûenza.
Los
periodistas, como siempre, cada vez que hablan, como no tienen idea, dicen
todos los disparates posibles y confunden más al usuario. La prueba está en que
cuando aparece un usuario protestando porque ahora debe pagar una suma que
considera excesiva, el periodista siempre le pregunta: ¿Y antes cuanto pagaba?
El usuario le responde una cifra que por lo general es 10 veces menor que la
actual. Pero eso no es posible que ocurra, porque el recorte del 400% implica
que, si la comparación estuviera bien hecha, la nueva factura no debe pasar de
5 veces, lo que hubiera pagado con el mismo consumo, con la tarifa anterior. El
usuario responde un disparate porque compara con la factura del bimestre
anterior, que tuvo otro consumo y en el
cual el período de medición estaba compuesto en parte por la tarifa vieja y en
parte por la nueva tarifa con el aumento de Aranguren. El periodista entiende
cualquier cosa y luego la repite en todos lados y contribuye a aumentar el caos
generalizado.
3º) Causa: Sería lógico pensar que un
usuario que no sabe leer la factura de gas, que dicho sea de paso, es innecesariamente
complicada y tiene demasiados items, tampoco
pueda saber como ahorrar en el consumo de gas. La Subsecretaría de Ahorro y Eficiencia Energética,
dependiente de la Secretaría de Planeamiento Energético Estratégico,
que a su vez depende del Ministerio de
Energía y Minería, es decir del ministro
Aranguren, debería haber realizado una campaña para instruir a los usuarios sobre las técnicas de eficiencia
energética que le permitieran reducir su consumo sin reducir su confort, antes
de que los aumentos entraran en vigencia. Sin embargo, esta subsecretaría no
hizo oir su voz.
4º) Causa: Una economía que durante
12 años funcionó, mal o bien, con determinadas reglas de juego, pero que se
encuentra funcionando, no admite ser sometida a un cambio brusco y sorpresivo,
para el cual carece de capacidad de reacción. Si bien la energía no es
conveniente que sea barata, para evitar que se despilfarre, tampoco puede ser
llevada en una sola jugada de barata a impagable. Y el aumento desmedido, no
solo afecta al confort de los usuarios, sino que afecta la producción de las
empresas, ya que la incidencia del costo de la energía hacen inviables los
precios a que se elevará esa producción.
El
efecto de los aumentos se parece mucho a incendiar un país. Si esto no se para,
las consecuencias serán nefastas. La inflación seguirá en aumento y la
desocupación aumentará aún más hasta límites inmanejables. El resultado será el
caos.
5º) Causa: Si bien se estableció una
tarifa social para quienes perciban ingresos menores que dos salarios mínimos,
el aumento de la tarifa es impagable también para quienes cobran montos algo
superiores a ese. La falta de audiencias públicas, que no se realizaron ni para
el caso del gas, ni para la electricidad, no le permitió a las autoridades
conocer la realidad de los habitantes del país, que dista bastante de lo que
indican las estadísticas. En definitiva, la realidad es que prácticamente les
regalan el gas y la electricidad a las clases más bajas y castigan severamente
a la clase media, que no tiene ingresos que le permitan absorber los tarifazos
simultáneos de gas y de electricidad, ya que sus ingresos son evaluados de
manera separada para gas y electricidad, como si no tuviera que ser pagada la
suma de ambos con el mismo ingreso. Esto transforma al castigo para la clase
media, no solo en severo, sino también injusto.
Que los jueces se hagan cargo?
Los
jueces, sensibilizados por la desesperación de los usuarios, resolvieron
intervenir en casi todo el país, estableciendo recursos de amparo a diestra y
siniestra, que terminaron por suspender el aumento del gas en todo el país.
Es
evidente que la medida tomada por la Justicia , no solo era necesaria, sino que fue
imprescindible para calmar un poco los ánimos, evitando que se produzca un
estallido que afecte seriamente la paz social.
El
gobierno nacional, lejos de entender y reconocer el problema que él mismo ha
creado, pretende que la Corte Suprema
convalide los aumentos y le de la razón, cuando es evidente que no la tiene.
El
problema es demasiado complejo, como para resolverlo a las patadas, imponiendo
por la fuerza medidas irracionales. Si el gobierno no lo resueve por si mismo,
perderá autoridad y dificilmente la Corte
Suprema pueda solucionarle un problema que no corresponde a
sus funciones específicas.
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muy buen articulo... a el desbarajuste le agregaria el efecto natural de mayores consumos por menores temperaturas en la comparacion de facturas... Tambien es cierto que hace 12 años se subdividio el precio de la tarifa del gas residencial en varias categorias con el proposito de subvencionar a los que menos consumian (tecnicamente menos pudientes... algo asi como cobrar el litro de nafta en funcion de la marca y modelo del auto que carga...)... el resultado inmediato fue es que los que menos consumían aprovecharon la tarifa subsidiada para duplicar y hasta triplicar sus consumos.... En definitiva como Ud. explica, se trata de un problema complejo. efectivamente debería llegar el momento en que todos paguemos el valor del producto y si se debe subsidiar se trate cada caso individual con la sensibilidad que corresponda. Adicionalmente coincido que todo cambio debe ser gradual y oportuno... solo por ejemplo, si se hubiera aumentado el costo del gas en 100% en abril y se aumentara otro 100% en octubre (cuando hay menos consumo) el efecto seria un aumento del 300% (cifra nada despreciable) en menos de 8 meses y sin el efecto catastrofico que Ud. menciona.... Saludos cordiales y felicitacione por su interesante Blog!
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