Cumbre del Clima: La deuda argentina es cambiar la
matriz energética (Publicado por Proyecto Sur el 20/12/2015).
Durante la Cumbre los líderes dijeron cosas maravillosas,
pero en los debates demostraron mantener su mezquindad de siempre. EE.UU. y
China emiten el 45% de los gases de efecto invernadero y sumados a Europa,
Rusia, India y Japón, llegan casi al 70%. La Cumbre climática se empantanó al discutirse cómo
se indemniza el daño causado y cómo se financia el paso hacia las energías
renovables. Todos saben que el Senado norteamericano con mayoría republicana
nunca le aprobará a Obama indemnizar los daños causados.
Por ello es preocupante el fingido optimismo que
se trata de instalar sobre el denominado “Acuerdo de París”, en el cual no
aparecen siquiera nombradas las palabras “combustibles fósiles”, “petróleo” y
“carbón” y la fenomenal deuda climática del norte hacia el sur brilla por su
ausencia.
Por su parte, Argentina llegó a esta cumbre sin haber promovido un debate serio sobre el proyecto energético nacional y el cambio de nuestra matriz energética, cuyo 90% son energías fósiles. Su plan estaba a contramano de la tendencia dela COP 21, que es reducir la
producción y consumo de hidrocarburos, y proponía explotar el petróleo no
convencional en Vaca Muerta con la técnica del fracking, -más costosa, de poca
vida útil y más contaminante- y la construcción de tres megahidroeléctricas,
tres centrales nucleares y una central a carbón.
Por su parte, Argentina llegó a esta cumbre sin haber promovido un debate serio sobre el proyecto energético nacional y el cambio de nuestra matriz energética, cuyo 90% son energías fósiles. Su plan estaba a contramano de la tendencia de
Para hacerla viable, el gobierno de Cristina fijó
el precio del barril en u$s 77 que encareció toda la economía. Caso único en el
mundo: hoy el barril vale u$s 37 y la diferencia de u$s 40 es subsidiada por
los consumidores de combustibles. Las corporaciones petroleras con el 83% del mercado
nacional reciben anualmente lo que nos costo YPF, mientras las economías
regionales agonizan.
Argentina tiene una potencialidad enorme para
desarrollar las energías renovables. El costo sumado de las centrales
nucleares, megarrepresas hidroeléctricas y la central a carbón superaría los
US$30.000 millones. Con esos recursos podrían instalarse 13.300 MW de energía
eólica, lo que equivale al 43% de la generación eléctrica argentina, o podrían
generar 12.200 MW de energía fotovoltaica para abastecer a más de 15 millones
de hogares o 5.400 MW de energía solar termoeléctrica equivalente a siete
plantas nucleares como Atucha II generando electricidad las 24 horas del día
toda la semana y sin dejar residuos nucleares. Durante mi estadía en la Cumbre expuse las ideas
básicas de nuestro proyecto “Argentina 2050-100% Energías Renovables” que
garantiza la producción de energía para autoconsumo; y expone premios y
beneficios impositivos para la generación o autogeneración de energía
demostrando que las energías renovables 100% pueden financiarse con capital
privado y público. La verdadera soberanía energética se logra con las energías
renovables que nos independizan del colonialismo y devastación ambiental de las
transnacionales petroleras. No lograremos enfrentar la catástrofe del Cambio
Climático sin un cambio cultural que contribuya a bajar el consumo de energía y
unir las luchas ambientales con las económicas, políticas, sociales, urbanas,
de género, indígenas y antirracistas porque hoy estamos en el vértice de un
cambio civilizatorio. La crisis de la civilización del petróleo exige cambiar
hábitos de vida para avanzar hacia la civilización de los Derechos de la Naturaleza. ¿Hasta
cuando vamos a aceptar que la
Naturaleza siga siendo considerada una mera mercancía y no un
sujeto de derecho con las protecciones de cualquier persona jurídica? Quizás no
exista una causa mayor desde la Declaración Universal
de los Derechos del Hombre que luchar por los Derechos de la Naturaleza.
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