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lunes, 12 de enero de 2015

¿Ud cree en el calentamiento global?

Cuando nos hacen esta pregunta, es dificil saber por donde empezar la respuesta. Probablemente sería equivalente a preguntarle a un economista si cree en la inflación. Supongo que la respuesta corta, en ambos casos, debería ser: “si”. El problema es que después, seguramente,  vendrá otra pregunta: “¿por qué?”.  


¿Por qué?
La atmófera que rodea a la Tierra está compuesta principalmente por nitrógeno (~ 78%) y oxígeno (21%). El resto (~ 1%) está compuesto por los gases de efecto invernadero que deberían ser reducidos de acuerdo con el Protocolo de Kioto: anhídrido carbónico (CO2), gas metano (CH4) y óxido nitroso (N2O), más tres gases industriales fluorados: hidrofluorocarbono (HFC), perfluorocarbono (PFC) y hexafluoruro de azufre (SF6). Además también están incluídos en el 1% otros gases con efecto invernadero, como el vapor de agua y el ozono (O3) y otros, como el argón que no colaboran con el efecto invernadero.


Fig.1- Diagrama de irradiación del Sol y de la Tierra
Todos los cuerpos emiten calor en forma de ondas electromagnéticas, pero cuanto mayor es su temperatura, menor es la longitud de onda emitida. Así, el Sol emite en longitudes de onda más cortas que la Tierra, que emite en longitudes de onda más largas. (Fig.1)
La atmósfera no absorbe la radiación de onda corta (short-wave) emitida por el Sol (radiation from Sun) y, por lo tanto, no es calentada por los rayos solares. La Tierra recibe todo el calor de los rayos solares que no fueron reflejados por las nubes y que pasaron libremente por la atmósfera. Así, refleja parte de ellos y absorbe el resto de esa energía que la calienta. Luego, emite calor en forma de ondas largas (long-wave). Esta radiación es absorbida por los Gases de Efecto Invernadero (GEI), presentes en la atmósfera, que por esa razón se calientan de abajo hacia arriba y luego emiten esa radiación hacia la tierra calentándola. Este proceso, realizado en forma repetitiva, es similar a lo que ocurre en un invernadero agrícola, cumpliendo el vidrio la misma función que los gases de efecto invernadero acumulados en la atmósfera de la Tierra.
Los gases de efecto invernadero existen en forma natural y gracias a ellos la tierra tiene una temperatura apta para la vida, pero las actividades humanas han conseguido que la concentración de los gases considerados en el Protocolo de Kioto se haya incrementado de una manera preocupante y peligrosa.
El Panel Internacional para el Cambio Climático (IPCC), organismo científico establecido para coordinar y evaluar las investigaciones climáticas, ha señalado que la acumulación de gases de efecto invernadero ya ha producido un cambio en el clima actual. La concentración de dióxido de carbono se ha incrementado en 6,25 millardos* de toneladas y la temperatura media aumentó 0,6ºC en el siglo XX. Además, el calentamiento empieza a notarse por el aumento e intensidad de fenómenos extremos como incendios, inundaciones y huracanes. *(1 millardo=1.000 millones=1billion estadounidense)
El calentamiento global es causado porque la cantidad de gases de efecto invernadero en la atmósfera se ha incrementado significativamente desde la Revolución Industrial (alrededor de 1750). La concentración de CO2 (dióxido de carbono, o anhidrido carbónico) ha subido 37%, la del CH4 (metano) 150% y la del óxido nitroso 18%.
A medida que la Revolución se afianzó, los seres humanos comenzaron a quemar combustibles fósiles (sobre todo carbón) a lo grande, para accionar las máquinas a vapor para la industria y para generar electricidad.
Cuando los combustibles fósiles son quemados, se desprende CO2, metano y  dióxido nitroso.
Además de la escalada de la utilización del carbón después de la Revolución Industrial, vino el uso generalizado de otro combustible fósil: el petróleo para el transporte. A principios del siglo 20, la producción mundial de petróleo era de unos 150 millones de barriles de petróleo por año, ahora, esa cantidad se extrae a nivel mundial en tan sólo dos días. La quema de combustibles fósiles libera miles de millones de toneladas de dióxido de carbono que estuvieron encerrados en la Tierra durante millones de años. Los seres humanos agregan miles de millones de toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera todos los años.
A mediados de 1700 la población del planeta era de unos 750 millones de habitantes, hoy es de cerca de 7.000 millones. La agricultura y la ganadería aportan enormes cantidades de metano a la atmósfera (ventosidades del ganado, emisión de los cultivos de arroz y otros granos) y el crecimiento de la población requiere cada vez mayor producción agropecuaria. Esto a su vez exige una mayor tala de árboles de los bosques, para dedicar las tierras al agro (impidiendo la absorción del CO2 por los árboles) y además un mayor uso de máquinas agrícolas que funcionan y son fabricadas quemando combustibles fósiles.
La velocidad a la que el planeta se está calentando es posiblemente el mayor desafío que haya tenido que enfrentar  la humanidad en toda su historia. Los impactos probablemente serán devastadores.
El calentamiento global es algo que hemos fabricado nosotros, los seres humanos!


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